El crudo testimonio de Paulino, esclavo sexual de la Iglesia
La corrupción sexual la tenían bien institucionalizada entre ellos. Cada uno tenía su pareja, hombre o mujer, según el gusto de cada cual. El cura Pere Cané, por ejemplo, iba a menudo a ciudad de Méjico, porque allí tenía a su mujer y su hija. Los …
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