Lugar: Laguna de Unare, noreste de Venezuela.
Place: Unare Lagoon, northeastern Venezuela.
__________________________________________________________________________________
Sobre esta especie tengo escrito lo que sigue.
_____________________________________________________________________________
Atrapamoscas sangre de toro [Vermilion Flycatcher] (Pyrocephalus rubinus saturatus)
Entre las aves que lucen en su plumaje el color rojo están varias a las cuales se les llama indistintamente sangre de toro, no obstante pertenecer a especies e incluso géneros y familias muy diferentes entre sí. Entre ellas destaca una de la familia Tyrannydae que, como sabemos, agrupa a los atrapamoscas, de nombre científico Pyrocephalus rubinus, descrito muy bien por Lisandro Alvarado en el siguiente párrafo:
«SANGRE DE TORO. Pyrocephalus rubineus. Tiránidas. Pájaro de pico, tarsos y uñas de un negro brillante; ojos pardos; nuca, espalda, rabadilla, alas y cola negras, lo mismo que una línea que cubre las sienes y llega hasta los ojos; coronilla y resto del cuerpo de un rojo cinabrio. Longitud, 10 centímetros, cola, 5 centímetros. La hembra es de colores más pálidos. Vive de insectos que caza atisbándolos desde una altura apropiada, por ejemplo, el techo de las casas» (Alvarado, 1984 [1929], p. 899).
Por cierto que Alvarado mencionaba la expresión «santocristo» como sinónimo de «sangre de toro», lo cual tal vez guarde alguna relación con el nombre de «sangrecristo» o «sangre de cristo» que dan en Honduras y otros países centroamericanos a este pajarito, conocido en esa región también como «petirrojo».
Vale aclarar, por otra parte, que la expresión «sangre de toro» no parece muy apropiada para describir el color rojo encendido del Pyrocephalus rubinus. En efecto, ese término deriva de un insecto, el quermes, del cual se obtiene un color llamado «grana» que cuando tira a morado se denomina «grana de sangre de toro» y es considerado de baja calidad (Real Academia, 2002, Tomo I, p. 1152 y Tomo II, p. 2022).
Tampoco parecería adecuado decir «rojo escarlata», como lo hacían Eduardo Röhl (Röhl, 1956 [1942], p. 324) y Karl Weidmann (Weidmann, 1982 [1979], p. 86) para describirlo, pues tal color es un carmesí menos subido que el de la grana de la cual se obtiene. Lo mismo cabría decir respecto del término «cinabrio» utilizado por Alvarado en su descripción, ya que se relaciona con un metal de color rojo oscuro, si bien éste se torna bermellón, es decir, rojo vivo, cuando se reduce a polvo. Por todo ello, tal vez sea más conveniente entonces decir bermellón, equivalente al «vermilion» utilizado acertadamente en idioma inglés para denominar a esta especie, o hablar directamente de «rojo vivo o encendido» o, como lo hace Bruno Manara, de un «rojo intenso» (Manara, 2004 [1998], p. 52).
En cuanto a la hembra, el caso resulta diferente, ya que ella «es de tonalidades marrones, con alguna pequeña mancha roja en la cabeza, la garganta blanca y el vientre rojo pálido: colores discretos que, como siempre, tienen el propósito de camuflar a la hembra en caso de peligro mientras el macho, muy hábilmente, se dedica a llamar la atención» (Manara, 2004 [1998], p. 52).
Cabe destacar, por último, que a Manara le dolía que este atrapamoscas, por ser confianzudo con la gente, soliera ser reducido a cautiverio por los cazadores furtivos, siendo principalmente por ello, según él, «poco frecuente observarlo en la actualidad», al menos en la ladera norte del Avila, que era la zona de ese parque nacional donde lo ubicaba. Esa cacería se debería seguramente a su apariencia, ya que su canto está lejos de ser tan llamativo como su coloración, comprendiendo adicionalmente una coreografía nada apropiada, e incluso muy peligrosa para el ave si se ejecutara dentro de una jaula, ya que, según decían Phelps y Meyer, el macho «vuela hacia arriba y luego canta al dejarse caer lentamente» (Phelps y Meyer, 1979 [1978], p. 280).
Sin embargo, tal vez la rareza de esta especie en el Avila señalada por Manara se debía a otras razones menos obvias, ya que parece ser que este pajarito, si bien «es un favorito entre los observadores de aves, no suele ser tomado por los avicultores, ya que los machos tienden a perder sus brillantes colores cuando son atrapados silvestres y encerrados en jaulas» (Wikipedia, 19/11/2008), lo cual se debería, como sucede con muchas otras aves rojas, a que el color depende no sólo de la genética sino también del tipo de alimentos que ingieren, en particular de aquellos que ayudan a fijar los pigmentos.
En otras regiones, sin embargo, el Atrapamoscas sangre de toro es muy frecuente, como sucede por ejemplo en los Llanos y en gran parte de la costa, incluida la de Barlovento, así como en otras zonas áridas, donde «esta celebrada pequeña joya a menudo parece casi fuera de lugar entre los parajes secos de chaparrales que frecuenta» (Hilty, 2003 [2002], p. 612).
_______________________________________________________________________________
Bibliografía citada
Alvarado, Lisandro. 1984 [1929]. «Glosarios del bajo español de Venezuela». En: Obras completas. Tomo I. La Casa de Bello. Caracas.
Hilty, Steven. 2003 [2002]. «Birds of Venezuela». Princeton University Press. Princeton y Oxford.
Manara, Bruno. 2004 [1998]. «Aves del Avila». Monte Avila Editores Latinoamericana. Caracas.
Phelps, William H. Jr. Y Rodolphe Meyer de Schauensee. 1979 [1978]. «Una guía de las aves de Venezuela». Gráficas Armitano. Caracas.
Real Academia Española. 2001. «Diccionario de la lengua española». Tomos I y II. Editorial Espasa Calpe. Madrid.
Röhl, Eduardo. 1956 [1942]. «Fauna descriptiva de Venezuela (Vertebrados)». Nuevas Gráficas. Madrid.
Weidmann, Karl. 1982 [1979]. «Fauna de Venezuela». Librería Alemana Oscar Todtmann. Caracas.
Wikipedia, 19/11/2008. En: en.wikipedia.org/wiki/Vermilion_Flycatcher , bajado el 19 de noviembre de 2008.
_________________________________________________________________________________
Jueves
Última actualización : 15/11:24 h. El Ministerio de la Defensa Nacional rindió hoy, el informe de cuentas, correspondiente a un año de gestión que comprende el periodo de junio de 2009 a junio de 2010.
Read more on Diario Co Latino