Evoluci?n De La Prostituci?n En Cuba
La historia reciente de la prostitución en Cuba está ligada a los acontecimientos políticos y económicos que han tenido lugar en la isla.
Antes de 1.959. Cuba es el burdel de Estados Unidos.
Antes del triunfo de la Revolución, Cuba era “el burdel de los Estados Unidos”. La Habana en aquella época era la ciudad más relevante del Caribe, y se puso de moda como destino turístico de las clases acomodadas norteamericanas. No faltaban los indispensables complementos del turismo: sexo, alcohol y diversión.
Había prostitutas cubanas y había prostíbulos, pero es difícil hoy saber cuantas prostitutas había. Para los castristas había muchas, pues ellos justifican la Revolución en el lamentable estado de cosas que habían en Cuba: pobreza, corrupción, prostitución y dominio norteamericano. Empresas y mafiosos norteamericanos controlaban el país y la prostitución era necesaria para el turismo de ese país que llegaba a la isla.
Para los anticastristas solo había unas pocas, muy pocas comparadas con las que hay hoy en el régimen de Fidel Castro.
De 1.959 a 1.989. Triunfa la Revolución… Sexual, pero no hay prostitución.
Con el triunfo de la Revolución, se acabó la prostitución. El régimen castrista que se hizo con el poder abolió la prostitución de un plumazo y, algo de lo que se jacta es de haber redimido a las antiguas prostitutas proporcionándoles un trabajo digno, a otras les enseñó un oficio o una profesión y algunas tuvieron la oportunidad de estudiar una carrera universitaria.
Coincidiendo con el triunfo de la Revolución Castrista en Cuba, tiene lugar en el mundo la llamada “Revolución Sexual”, que la enciclopedia Wikipedia define así:
“El término revolución sexual hace referencia al profundo cambio ocurrido en la segunda mitad del siglo XX en el mundo occidental en cuanto a la concepción de la moral sexual y el comportamiento sexual humano en general. Popularmente el término se identifica con una liberalización de las costumbres y una creciente igualdad entre los sexos partiendo de las décadas de 1960 y 1970.”
Estos años de fervor revolucionario en Cuba fueron también años de un gran cambio en la moral sexual y en el comportamiento sexual. Si la Revolución Sexual triunfó plenamente en algún lugar, ese fue Cuba. Allí contemporizó con la revolución castrista.
Algunos creen que los países caribeños o países calientes han sido siempre así, pero nada más lejos de la realidad. Antes de 1.959, Cuba era un país de unas costumbres morales muy parecidas a las de España, con una estricta moral sexual que reprimía todo lo relacionado con el sexo. Una pareja de enamorados tenía que hablarse a través de los barrotes de la ventana.
La Revolución Castrista de 1.959 puso las condiciones para que la Revolución Sexual triunfase plenamente. Se logró la igualdad e independencia de la mujer y esta participó activamente, sin distinción de sexos, en “labores revolucionarias” como la recogida de la zafra o la alfabetización. Muchas mujeres pudieron vivir independientemente gracias a que en La Habana se les adjudicaron viviendas que habían dejado libres los que se habían marchado de Cuba. La igualdad e independencia de la mujer, indispensable para la nueva moral sexual, estaba servida.
En aquellos años, todo el mundo practicaba el sexo. Algunos cubanos viejos aún recuerdan aquella época con frases que definen lo que era la sexualidad en aquellos años. Hay muchas frases en Cuba tan groseras que no me atrevo a reproducirlas aquí; baste decir que todos tenían sexo con todas, el alcohol y el sexo eran la única diversión. Este ambiente de Sexo y Revolución es lo que atraía a intelectuales, jóvenes universitarios y viajeros intrépidos, que querían ver con sus propios ojos lo que ocurría en Cuba.
A partir de 1.959 no hay prostitución en Cuba, es el único periodo en la historia reciente de Cuba en el que la prostitución desapareció completamente del escenario. Sin embargo, proliferaban las relaciones sexuales libres.
De 1.989 a 1.998. Época dorada del jineterismo.
Estas son dos fechas muy significativas para Cuba. En 1.989 cae el muro de Berlín que sería el detonante de la desaparición la URSS, de la que Cuba recibía importante ayuda económica. En 1.998 triunfa en Venezuela la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez con quien Cuba volvió a tener un importante socio comercial. Entre estas dos fechas, Cuba atraviesa una profunda crisis económica que, como una forma de escape, origina la época dorada del jineterismo para paliar el hambre y las carencias.
Tras el colapso de la Unión Soviética, comenzó en Cuba una larga crisis económica que, en 1.991 fue bautizada por sus gobernantes como periodo especial: el PIB se contrajo un 36% entre 1990 y 1993, dejó de llegar el petróleo y sus derivados que Cuba obtenía de la Unión Soviética a cambio de azúcar, pero también se cortó el suministro de productos alimenticios como la carne enlatada. Cuba se vio obligada a emprender algunas reformas como disminuir el uso de automóviles, plantar frutales en los campos dedicados al cultivo del azúcar, paralizar algunas industrias como factorías y refinerías por falta de combustible.
Fidel Castro no tuvo más remedio que aceptar a regañadientes el turismo a pesar del temor a que los turistas contaminasen de capitalismo la sociedad cubana. Se crearon sociedades mixtas para explotar el turismo con países de Europa, sobre todo con España, aunque también se firmaron acuerdos con empresas de Sudamérica y Canadá.
Entre la población se impuso el racionamiento de alimentos y la imposibilidad de conseguir algunos productos básicos. Recordemos que el embargo norteamericano estaba vigente desde 1.963 y que en esta época estaba prohibido a la población la tenencia de dólares.
En este contexto, no es de extrañar que surgiese el jineterismo. Los cubanos, con su inventiva y su sentido de humor, reactivaron este término -jinetero- que se utilizaba en las guerras de liberación contra el dominio colonial español (1868-1878 y 1895-1898) para referirse a los mambises (patriotas) cubanos que se lanzaban a caballo contra los soldados españoles. Ahora, en los años 90, se llama jineteras a las mujeres cubanas que se lanzan contra los turistas para conseguir regalos o dólares a cambio de sexo.
La Real Academia de la Lengua define jinetera como: “prostituta que busca sus clientes entre extranjeros”.
Las jineteras cubanas, que venían de una época en la que el sexo era algo natural y cotidiano, no hacen sino tratar de obtener algún beneficio por algo que estaban haciendo gratis.
En esta época se inicia el Turismo Sexual en Cuba. Desde España y otros países se fletan vuelos charter en los que se promete obtener sexo a cambio de algunas chucherías. Se venden paquetes ya preparados para los viajeros que contienen jabón, dentífrico, algún perfume barato y ropa íntima; los “turipepes” españoles llegan al aeropuerto de La Habana con una lata de aceite de oliva bajo el brazo que intercambiarán por un rato de placer. Rápidamente se corre la voz de que las jineteras practican sexo a cambio de ropa usada o una pastilla de jabón.
Las prostitutas del mundo se escandalizan por estos dispendios de lo que ellas venden mucho más caro, los adictos al turismo sexual se frotan las manos, desde varios países se acusa al régimen castrista de fomentar el turismo sexual para atraer turistas a toda costa, los anticastristas llaman al gobierno cubano el Gran Proxeneta.
Para entender este fenómeno del jineterismo hay que tener en cuenta que en Cuba se había roto la tradición de la prostitución, el jineterismo no enlaza con la anterior prostitución sino que es un fenómeno nuevo provocado por el hambre y las carencias. El sexo estaba muy presente en la sociedad cubana, era una forma común de relacionarse. Las jineteras no hicieron más que orientarse a un nuevo elemento que llegaba a la isla: el turista, del que esperaban obtener algo de lo que carecían.
De 1.998 hasta hoy. Una fuerte vigilancia policial acorrala al jineterismo.
Si en la época anterior el fenómeno del jineterismo se le había escapado de las manos al régimen castrista, ahora pone un férreo cerco policial a la prostitución para lavar ante el mundo su imagen de consentidor o proxeneta.
El cerco al jineterismo empezó en 1.998, con el objetivo de limpiar La Habana de prostitutas con vistas a la IX Cumbre Iberoamericana que se habría de celebrar en esa ciudad en 1.999. Se hacen redadas en las calles, se clausuran discotecas que frecuentaban las jineteras y se peinan todas las casas particulares, una por una, buscando a chicas de otras ciudades que no tengan trabajo legal en La Habana, a las que acusan de prostitutas y se las deporta a sus ciudades de origen.
Pero el cerco a la prostitución no terminó ahí. En la actualidad, las condiciones de vida en Cuba son tan penosas o más que en el “periodo especial” por lo que muchas mujeres jóvenes luchan por sobrevivir: el jineterismo o la prostitución son su única salida. La vigilancia policial es cada vez mayor en las zonas turísticas, por lo que las prostitutas tienen que agudizar el ingenio hasta límites insospechados para ejercer su vieja profesión burlando la vigilancia.
Al día de hoy, muchas jineteras se han profesionalizado y ya son prostitutas de pleno derecho, han aprendido de sus colegas del mundo a ofrecer sexo tarifado en lugar de sexo por regalos. Pero aún predominan las jineteras que no son profesionales de la prostitución en el sentido