Olas cerca del Monte de Las Cenizas (Portman)
Poesía de Rosalía Linde Camacho
ALMA DE LAS OLAS
Por un dedal de tres al cuarto
sangré la oposición a las agujas
hilvanadas, lloré las palabras justas
en un recipiente de coral sin sus centavos
en la enésima caída a la ciénaga
y los amargos costados de mi ruta
se volvieron pasado en los mendigos
que ahora son honrosos diputados.
Por una rodaja de limón curtida
empeñé mis cuatro pavos
en la Navidad sin las sonrisas
del ego complaciente con los amos,
y me di cuenta que el rencor no es un letargo
y que las mondas de los cítricos
no son lirondas ni cachondas,
más bien son como el caldo
que los amos han recolectado
para sus esclavos: sumisa soy a tu risa,
pero no al clavo con que has aliñado
las premisas del sentimiento.
Por una caja de vitaminas,
te presté mi llanto envuelto en sonrisas
y tú soñaste un recodo para las visitas
en el cuarto chico donde gorjean libros
famélicos, y yo te paré el carro:
los diputados ya tienen donde vestir
sus trajes caros y por si vienen los empleados
un altar donde llorar sus pecados
de mendigos, ¡pobres esclavos
de los niños sin curtir, que nunca fueron
míseros!
Por tu sedosa pupila drogué el núcleo
del átomo, con biodramina,
que el viaje es largo y no hay traje
que vistan los invitados
tan digno como el de los ácaros y el vino,
el de las chanzonetas y el destino,
como un marcapasos al que no hay que darle
cuerda.
Y recuerda: tú eres el nitrógeno de la bomba,
tú eres la estupidez del patoso,
tú eres el emblema de los partos rocosos
cuando el niño muere en la llorera;
yo soy la balsa que invita,
yo soy la pasarela a mi espejo,
yo soy más que un reflejo,
soy la mirada que no muerde con tiza,
ni con trementina, ni con aceitunas,
soy la rutina de un beso en el párpado ileso.
La alta costura se aggiorna
En un intento de salvar y adaptar la alta costura al gusto de hoy, los diseñadores han presentado en París unos patrones más juveniles, audaces y modernos, tras un 2009 muy débil económicamente.
Read more on El Día