finalizar el estudio, el primer grupo que había practicado realmente 20 minutos diarios, había mejorado su puntuación en un 24 por ciento. El segundo grupo, que no practicó en lo absoluto, no mostró ninguna mejoría. Y el tercer grupo, que solamente practicó mentalmente, mejoró su puntuación en el 23 por ciento.
El beneficio que esto representa para usted, es que usted puede utilizar su subconsciente para mejorar sus actividades conscientes. Mediante el “verse” mentalmente a sí mismo haciendo lo que uno desea poder hacer, uno instala un cuadro en la mente subconsciente, que esta recibe como si fuera real y verdadero. El subconsciente comienza a actuar como si ese cuadro fuera real, como si ya uno hubiera logrado ese objetivo. Las habilidades necesarias para hacer lo que uno desea, vendrán más fácil y rápidamente porque el más importante trabajo de base ha sido realizado.
Millones de personas en todo el mundo se convierten en seres humanos adultos creyendo firmemente que NO PUEDEN. Sus NO PUEDEN internos los derrotan siempre antes de ni siquiera iniciar sus esfuerzos. El trabajo de base, sus mentes subconscientes, realmente les impiden tener éxito por todas las programaciones negativas que se han hecho a sí mismas durante todo el curso de sus vidas. La verdadera habilidad que se requiere para convertirse en un ser humano a plenitud de funcionamiento es comenzar el trabajo de base en nuestras mentes. El secreto para vivir una vida con la mayor plenitud posible es convertirse en un SI PUEDO y no permitir que nos derrotemos a nosotros mismos “programándonos” pensamientos negativos.
Si todo esto parece familiar, si ha oído esto cientos de veces, si ha visto libro tras libro sobre el pensamiento positivo. ello es porque este es el más bello regalo que puede tener el ser humano en su vida. El don de crear pensamientos positivos y hacer que se conviertan en realidad es uno de los más profundos poderes potenciales que tenemos en este mundo. Está muy lejos de ser difícil. Está ya en su mente esperando por su dirección en forma positiva.
¿ Cómo aumentar la inteligencia ?
Un departamento único de alto nivel funcionó en Venezuela durante cinco años: el Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia. Su objetivo fue el desarrollo de una inteligencia y creatividad mayor de los venezolanos mediante el sistema educativo y los medios de comunicación.
En 1983, Luis Machado, ministro de ese departamento, declaró a Leading Edge Bulletin que su principal responsabilidad de gobierno era lograr la paz mundial mediante el aumento del índice global de inteligencia. “La educación es una herramienta para la paz y la libertad. El desarrollo de los seres humanos puede sacar del subdesarrollo a sus naciones”.
Con el apoyo de programas de vídeo, voluntarios ayudaron a madres venezolanas analfabetas a que aprendiesen a estimular los cerebros de sus niños mediante ejercicios de movilidad sensorial. Utilizaron el sonido, el olor, el tacto y las ayudas visuales con sus hijos desde el nacimiento hasta los seis años.
Las madres también aprendieron cómo sentir las necesidades de sus bebés y cómo interpretar sus gritos, a hacer juguetes con los enseres familiares, y a implicar a toda la familia en el desarrollo del niño.
Dee Dickinson, directora de New Horizons for Learning en Seattle, visitó el hospital de maternidad mayor en Venezuela. Declaró a Leading Edge que la parte más vital del proceso de aprendizaje implica inculcar en la madre, orgullo y confianza en el potencial de su hijo y el conocimiento para crear a su alrededor un entorno positivo y estimulante.
Los estudios de investigación indicaron que estos niños eran bastante diferentes de sus hermanos y llegaban a la escuela con capacidades muy distintas e interés en aprender. “Según los administradores y los profesores implicados en el programa -dijo Dickinson-, estos niños estaban excepcionalmente alerta, eran curiosos y tenían deseos de aprender.
En 1979, Edward DeBono, conocido profesor del pensamiento, entrenó a 30 profesores venezolanos a instruir a los estudiantes respecto a cómo analizar toda clase de situaciones, buscando una variedad de soluciones e intercambiando opiniones en público. Estos profesores entrenaron a otros, y en 1983, 42.000 profesores estaban preparados para instruir a 1,2 millones de niños con edades comprendidas entre 9 y 14 años. Hacia 1985, 120.000 profesores habían sido ya entrenados en seminarios para enseñar habilidades cognitivas específicas.
Basándose en el trabajo del artista francés Jacob Agram, los niños venezolanos de preescolar comenzaron con tres años de edad a identificar un “alfabeto visual” compuesto por formas geométricas, líneas y colores primarios, que servían de fundamento para aprender a leer.
Este sistema, dijo Dickinson, también ejercita la agudeza visual, la coordinación visual, los procesos de pensamiento y la expresión creativa. Estos programas venezolanos comprendían desde juegos de ajedrez para los niños entre siete y nueve años, a fin de enseñarles estrategias de solución de problemas, a programas de perfeccionamiento para niños y clases de adultos, que incluían a personal militar y a empleados del Estado.
Aunque los cambios políticos redujeron muchos de los programas para escolares o extraescolares, aquellos que forman parte del sistema educativo siguieron funcionando. La iniciativa Venezolana nos recuerda que todos podemos aumentar nuestras capacidades individuales de aprender.
En cualquier circunstancia, “ la estupidez” es una enfermedad “curable”. No es una situación que haya de soportarse con resignación; es un problema social que puede ser combatido… El genio es poco frecuente porque los medios para convertirse en uno no están a disposición de todo el mundo. Al “genio” no debería considerársele como el ser dotado de facultades extraordinarias. Un genio no es un superhombre, sino un hombre o una mujer normales.
El resto de nosotros somos infranormales. Estamos llamados a alcanzar el nivel de genio. Y, en el futuro, a sobrepasarlo. La excepción de hoy será la regla de mañana. La inteligencia es lo único natural. La estupidez requiere una explicación.
Luis Machado en The Right to Be Intelligent, publicado en español en 1978 y en inglés en 1980 (Pergamon Press)
La mente subconsciente
Todas las habilidades son controladas por la mente subconsciente. Todo lo que se hace con habilidad no requiere dirección o acción consciente. Por ejemplo, cuando usted aprendió a escribir, necesitó una gran cantidad de dirección consciente para guiar el lápiz. Sin embargo, después de practicar durante un tiempo, el subconsciente tomó el control, y ahora usted escribe su nombre, toma notas y maneja el proceso de la escritura sin absolutamente ninguna dirección consciente.
Ensaye este pequeño ejercicio: Una sus manos entrelazándolas rápidamente. Mire a sus manos y note cuál es el pulgar que está arriba. Recuerde si es el pulgar derecho o el izquierdo. Separe sus manos. Vuelva a unirlas rápidamente, poniendo al otro pulgar arriba. Esta vez no funcionó con tanta facilidad. Por qué? Porque usted está programado para que un determinado pulgar quede arriba. Lo mismo es cierto al cruzar los brazos. Note cuál de los dos brazos queda arriba. Entonces trate de cruzarlos poniendo el otro brazo encima. Torpe, verdad?
Las nuevas habilidades requieren práctica
¿ La lección ? Siempre que estamos aprendiendo alguna nueva habilidad, experimentamos torpeza y dificultad al principio. Las acciones son obligadas y muy conscientes. Se necesita un período de práctica para transferir las acciones de la dirección consciente a la mente subconsciente.
Naturalmente, tenemos muchos hábitos que no son enteramente deseables. Pero esos hábitos están también programados. Y ocurren todo el tiempo sin que nuestra dirección consciente tome parte. Considere al hombre que se muerde las uñas, o a la mujer que está siempre tocando sus pulseras o alisándose el cabello. Hacen estas cosas sin tener que pensar en la mecánica de estos actos.
No es fácil romper un hábito, pero siempre podemos introducir una nueva acción y comenzar a crear un nuevo hábito que eliminará del cuadro al hábito viejo. Esto es lo que el liderazgo demanda; la creación de nuevas pautas de hábitos y la programación de nuestro pensamiento hacia objetivos y resultados más positivos.
La herramienta para la programación es la mente subconsciente. Siempre se mueve por una sugerencia positiva. Responderá a la dirección de la mente consciente sin entrar a considerar si la sugerencia de la mente consciente es buena o mala. El subconsciente simplemente acepta.
Si usted dice, “estoy furioso” o, “tengo miedo”, la mente subconsciente aceptará el dictado de la mente consciente y creará las características del temor o del enfado en el organismo.
Es importante comprender que expresiones tales como, “no tengo miedo” o “no estoy enfadado”, no tienen impacto en el subconsciente. El subconsciente no comprende la palabra “no”. Por consiguiente, la indicación o sugerencia debe ser positiva. “Soy calmado”. . . “soy valiente”. Esto no es solamente una cuestión de “pensamiento optimista”. Es cuestión de poner en acción a un programador de poder tremendo que puede responder y producir resultados.
Piense en