La Conciencia Dormida Primera Parte
La conciencia dormida (Primera Parte)
“Cuando tu opacas tu luz para que otro pueda brillar, todo el mundo se oscurece”
Autor desconocido
Hay momentos en que, prestar atención y escuchar, se tornan una tarea difícil de encarar, sobre todo si se aplican los términos en su sentido amplio, es decir, escuchar con atención los argumentos que se exponen a consideración, prescindiendo de posturas preconcebidas que puedan, de alguna manera, condicionar la libertad de expresión del exponente.
Esto es lo que me ha pasado, al acceder a una invitación que me hicieran unos amigos, para asistir a una charla que brindaría Gabriel, referente a varios temas, que a su entender, nos ayudarían a comprender mejor, los acontecimientos que han marcado la historia de la humanidad y han sido la piedra angular que sostiene todo el andamiaje, en que se ha edificado el pensamiento occidental y cristiano, a lo largo de los tiempos.
Antes de realizar su exposición, Gabriel, estimó conveniente recordarnos, que Libre Albedrío, no sólo significa libertad de decisión, sino que además, tiene implícito el derecho a saber la verdad, la cual sólo puede surgir, a través de la libre confrontación de las ideas.
Sólo así, conociendo el sabor del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, es que podremos alcanzar este estado de iluminación personal, como claramente se lo hizo saber la astuta serpiente a nuestra madre Eva, cuando ella, le preguntó, si no habría otra manera de obtener conocimiento, y la serpiente le respondió: No, no hay otra manera.
Con esta óptica es que debíamos introducirnos en el contenido de su charla, lo que él quiere presentarnos, es un escenario, en el cual se exhibirán en total libertad de expresión, una serie de situaciones hipotéticas o no, que mas que una mera expresión de hechos reales , son una invitación a la reflexión individual sobre el contenido de los mismos.
Muchas veces, las opiniones ajenas a las nuestras, nos resultan una barrera muy difícil de franquear, es como si se nos invitara a transitar por un campo minado, en dónde, a cada paso, podríamos saltar por los aires, destrozándonos.
Esta imagen, que es propia, de nuestro recelo natural a lo desconocido, es el mayor obstáculo para lograr el entendimiento y la comprensión entre los hombres.
Mejor es, prosigue Gabriel, que nos imaginemos un espacioso jardín, un paraíso terrenal, como lo pudo haber sido el propio Jardín de Edén, donde un inocente y confiado Adán, en compañía de una inocente y confiada Eva, iban descubriendo las maravillas que allí se le presentaban y de esta manera se introducían en un mundo nuevo que les era desconocido hasta entonces, en el cual habían sido puestos para administrarlo y sojuzgarlo.
Todos traemos, en nuestro ser colectivo, como marcada a fuego, una sensación, de que todo conocimiento nuevo, implica una pérdida de nuestra inocencia original, y que el saber adquirido, traerá consigo el pecado y la consecuente expulsión del hermoso jardín de la ignorancia donde nada nos inquieta o perturba.
Sin duda, la mas diabólica contribución que las fuerzas ocultas del mal, le han hecho a la humanidad, es el asociar la investigación y la confrontación de ideas, como si fuesen un acto de rebeldía al status quo establecido, como una ofensa al dogma que hemos aceptado como único y excluyente, de cualquier otro, a los cuales debemos atacar y destruir.
Es por esta razón, que todo pensamiento, toda acción. que haya sacudido nuestro intelecto, en cualquier época de nuestra historia, ha florecido en un campo regado por la sangre y el martirio de su autor.
Es interesante extraer de las lecciones que nos brinda la historia, que prácticamente no han existido genios, santos, o héroes, que no hayan sido condenados por las leyes imperantes en su tiempo ya sea al silencio, el ostracismo o la muerte, por la sencilla razón de que sus ideas, tiraban de alguna manera, toda la estantería, que el dogma imperante había construido y sellado con el signo de verdad incuestionable.
Era evidente, a esta altura de la charla introductiva que nos estaba brindando Gabriel, que su mayor preocupación era la de que pudiésemos despojarnos de todo el bagaje de información acumulada en forma de conocimiento socialmente admitido, para de esa manera, dejar espacio en nuestras mentes, para poder dar cabida a la presencia de nuevas formas de concebir la realidad circundante.
De ahí la insistencia en que era necesario la práctica de una búsqueda de espacios libres de contaminación en la vastedad de nuestras mentes, descubrir nuevos horizontes, puntos de encuentro con la diversidad del universo, la posibilidad de degustar los ricos manjares que otros paladares tan buenos como los nuestros apetecen y que unidos a los nuestros conforman la gran mesa donde se exhibe la creatividad de todos y cada uno de los intelectos que allí exponen lo suyo.
Por ultimo, Gabriel, dando un profundo suspiro, continúa:
Quiero que penséis, que yo también, como ustedes, amo profundamente a los míos, lejos de mi toda intención de ser causa de enconos, de frustración, de despertar pasiones que puedan dormitar en vuestro inconsciente, y sobre todo, de que se le puedan atribuir a mis observaciones algún interés espurio o que ellas sean el fruto de alguna influencia diabólica.
Simplemente, oíd, dejad que las palabras se introduzcan como una suave brisa de aire fresco, que remueva el polvo acumulado por la acción de tiempos sobre tiempos, en los espacios cerrados del intelecto.
Simplemente, escuchad vuestra propia voz interior, la que todavía no ha sido contaminada por la confusión de los distintos lenguajes del hombre, la voz que desde siempre hemos sabido, la voz materna que alimenta y nutre a todas las criaturas de Dios en todos los confines del universo, la única capaz de guiarnos por los distintos senderos de la inmensidad.
Esto no significa que os sometáis a otro poder que no sea el vuestro, nada se sostiene sin libertad y nada crece ni da fruto sin estar expuesto a la diversidad de las ideas, éstas, las ideas, son la fuente de toda inspiración, la atmósfera vital donde conviven las inteligencias.
Iremos transitando juntos, recogiendo las espigas del trigal de los hechos, un poco aquí otro poco allá, como al azar, prescindiendo de mapas de rutas ya elaborados, descubriendo nuevos caminos, donde no ha hollado ningún pie, donde no existen huellas, donde no hay que pagar peaje, donde todo puede ser por la simple razón de ser.
Es posible, que la situación nos lleve a compartir vivencias, que en su esencia, las podamos asociar y aceptar como plausibles de que hayan ocurrido tal como han sido expuestas, pero que en el fuero intimo nos resistamos a darle la trascendencia o valor que la exposición pudiera sugerir adjudicarle.
Si ese fuera el caso, valorad en vuestro fuero intimo el grado de pureza expresiva, tal como si fueseis actores directos, testigos presénciales del acontecimiento en cuestión.
Ahora, si una vez advertidos, permanece latente vuestro ánimo y disposición, nada impide de que abramos el portal y nos introduzcamos en su interior.
Gabriel, nos introduce en el portal, y la sensación que nos invade, sólo es comparable a la que se puede sentir al ingresar a una enorme biblioteca, dotada de la mas alta tecnología, donde es posible obtener cualquier tipo de información, la cual es provista por todos los medios inimaginables, incluyendo la interacción con los actores de los hechos en cuestión, en una inserción literal del observador al acontecimiento observado.
Estábamos desbordados de tanta información disponible, como niños en medio de una gran juguetería, cual de las ofertas tomar primero ante tanta variedad de posibilidades era para nosotros un verdadero dilema.
Dilema que fue inmediatamente resuelto por la segura conducción de Gabriel.
El nos propuso, tal como nos lo había sugerido antes de entrar, de tomar alguno de los temas, como al azar, pero que nos pudiera a su vez servir como punto de partida para nuestra experiencia vivencial.
Ante esta sugerencia nos decidimos por un tema cuyo título era:
“ La influencia de Lucifer, Las enseñanzas de Salomón, La Orden de los Caballeros Templarios , Símbolos, Señas, Propósitos y Consecuencias. ”
Al comienzo del relato Gabriel nos ubica en el paraíso de Adán y Eva en los momentos en que ellos inician el reconocimiento del lugar, su flora y su fauna, sabido es que a medida en que Adán iba identificando las distintas especies que conformaban su hábitat, el nombre que les adjudicaba sería el que tendrían y por el cual se les reconocería en adelante.
Es en medio de esta tarea en que se les aparece Lucifer el cual despierta en ellos no el temor a un ser desconocido, sino la curiosidad por saber quién era y que hacía en ese lugar.
Las escrituras nos dicen que Adán fue el primer hombre creado sobre esta tierra, pero sabemos que han habido incontables mundos antes que el nuestro, de manera que la presencia de Lucifer en el paraíso terrenal, nos estaría demostrando que no obstante haber sido expulsado de los cielos después de su rebelión, de alguna forma se las había arreglado para presentarse ante nuestros primeros padres luciendo un cuerpo perfecto, cubierto de finas prendas, que simbolizaban su dignidad y poder.
En que etapa de las